Quién iba a decir, Manuel,
que con tu bondad sincera
pusiste a Santomera
a la altura de Beniel.
Hiciste aquí un papel
para algunos muy extraño,
pero, al ser hombre de antaño,
cumpliste con tu deber
y así supiste vencer la mentira y el engaño.
Décima a Manolo del Jardín, José Bernal Cases, Santomera, 21 de septiembre de 1996
Introducción
¿Qué es la poesía? Filosofía en verso. Es decir, un conjunto de ideas trabadas y expuestas de un modo muy preciso y nacidas de un contexto racional que las envuelve y las ordena. La poesía, por tanto, no es una exaltación de lo sentimental, del universo íntimo de cada cual, sino, más bien, una manera muy determinada de exponer la realidad de los sujetos corpóreos operatorios que objetivizan el presente histórico que les ha tocado vivir, sujetos que son moldeados por una sociedad pero con la suficiente capacidad de dirigirla, personas cuya materia es el pasado que reciben y que lo proyectan hacia un futuro que necesariamente debe contar con ese pasado si no se quiere una mañana vacío y huérfano. Por ello, cuando se habla de poetas hay que hablar de filósofos. Dividir filosofía y poesía con simpleza solo es fruto de un maniqueísmo grosero que simplifica la realidad en perjuicio de ella.
Inteligencia, bondad y compromiso social
Valga esta introducción para entender los parámetros generales de la décima del autor que encabeza este artículo sobre Manolo del Jardín. José Bernal Cases, Pepe el Farinas, quien falleció hace casi un año, el 31 de enero para más señas, escribió estas líneas para brindárselas públicamente a Manolo del Jardín cuando este recibió el título de Hijo Adoptivo por el Ayuntamiento de Santomera en representación del pueblo de Santomera. Quien acabara siendo el último representante de la antigua Campana de Auroros y de la Cuadrilla de Nuestra Señora del Rosario, no quiso dejar pasar la ocasión de dar la cara y mostrar sus respetos por este vecino tan ejemplar que fue Manolo del Jardín.
Para entender lo que quiso decir Pepe el Farinas en su décima debemos acudir a otros textos y confesiones de vecinos que conocieron a Manolo, pues, decimos, una vez más, que la historia no es cuestión de memoria sino de entendimiento. Y aquí, además de los afectos que nacen entre las personas, hay ideas muy precisas, ideas que cambiaron el rumbo de nuestra historia.
Al llegar a Santomera en 1949, Manolo del Jardín se encontró a un pueblo recuperándose de la ramblá de 1947 y un histórico Jardín completamente abandonado. <<Su forma de ser que le conferían sus cualidades lo convirtió, casi recién llegado al pueblo y no sin las reticencias de algunos, en candidato a colaborar en distintas instituciones >>, relata Juan López en un artículo titulado Cuando un amigo se va publicado en la Revista Fiestas Patronales de 2001 a raíz de su fallecimiento.
En otro artículo publicado en la revista la Calle en mayo de 2013, Un hombre de madera de boj, nos relata Juan Francisco Nicolás que <<desde muy joven, Manolo del Jardín, nacido en Beniel en el seno de una familia humilde, debió fraguarse en la batalla de la vida. Eran tiempos difíciles y tuvo que ver cómo a su padre se lo llevaban en el camión solo por pensar diferente. A buen seguro, ese capítulo colaboró a perfilar su conciencia social y política>>. Lejos de tener un trauma por ese episodio que narra Juanito, una actitud rencorosa y vengativa a quienes pensaban diferente a él, Manolo entendió que la justicia y los ideales humanísticos debían primar sobre los pareceres ideológicos, pues, ante todo, el valor de la persona estaba por encima de cualquier consigna individualista. Tal fue el caso ejemplar de su amistad con Jose María Sánchez Laorden, amistad que a día de hoy algunas mentes viciadas por los intereses personales y las ideologías no son capaces de entender. El compromiso de sacar a Santomera hacia delante más allá de si uno era ‘de izquierdas’ y el otro ‘de derechas’. Lo importante era aupar a Santomera, hacerla crecer trabajando para ella sin desmayo. Todo lo demás, era para Manolo del Jardín florituras. Jose María Sánchez Artés, ex alcalde de Santomera e hijo de Jose María Sánchez Laorden, declaró el 14 de agosto de 2019, respecto a la amistad entre Manolo y su padre, lo siguiente:
<< Tuve la enorme fortuna de conocer bien a Manolo. Durante los años de enfermedad de mi padre, todas las tardes se acercaba a hacerle compañía.
Fui testigo de varias de aquellas veladas, en las que no faltaban las anécdotas y lo mucho vivido y compartido como protagonistas en el devenir de Santomera, su pueblo y una muy parte importante de sus vidas.
Fui testigo mudo y como bien dices, haciendo tuyas las palabras de Juan López, jamás le oí una queja, ni una reprobación hacia nadie, y motivos más que sobrados tenía.
Siéntete, Manuel, muy orgulloso de tu abuelo, del que nadie pudo hablar mal, y a los que tuvimos la suerte de tratarlo, de oírlo y de conocer de primera mano lo que hizo por su pueblo y sus vecinos, nos queda la obligación de honrar su memoria y procurar que su ejemplo de vida sea el faro que ilumine a quienes los que, de una forma u otra, puedan, podamos, contribuir a hacer una Santomera mejor.
Con cariño y admiración.>>
Manolo del Jardín, post mortem
Nunca lo he dicho abiertamente, pero Manolo del Jardín era un histórico miembro del PSOE de Santomera. Nacida la democracia y el Ayuntamiento por el que tanto luchó, él se consideró más a fin a los planteamientos de este partido político que de otros. No existe en la actualidad, como antaño, absolutamente nadie que ponga en duda su labor en este partido político. Sin embargo, el partido político que empuña una rosa roja lo tiene completamente olvidado y la mentira y el engaño que en vida venció Manolo del Jardín vuelve a acechar sobre él.
En conversaciones con Claudio Hernández-Ros Kirkpatrick, hijo de don Claudio, aunque tranquilos y serenos, siempre acabamos relativamente desconcertados ante los acontecimientos del presente. <<Nunca imaginé que habría que defender la memoria de mi padre y de tu abuelo>>, ha confesado en más de una ocasión. Que inauguraran ‘la Casa del Huerto’ sin una sola mención a Manolo del Jardín, quien estuvo cuidando esos terrenos durante más de medio siglo, dice más de los que silenciaron su memoria que de los verdaderos protagonistas de esta historia. Presentar rosas verdes falsas, intentar suplantar las rosas que tanto cuidó Manolo del Jardín y todas las generaciones de la familia Murcia que le precedieron, dicen más de los mentirosos y de los que engañan que del vegetal con mayor valor patrimonial de Santomera, que, como original, se ha ganado el desafortunado hecho de querer ser imitado.
Manolo del Jardín ya no se encuentra entre nosotros para, con sus obras, vencer las mentiras y los engaños del presente. Y lo cierto es que sigue siendo incomprensible observar cómo algunos siguen pretendiendo ensombrecer su memoria.
En un intento de encontrar un poco de objetividad en porqué la puesta en valor de Manolo del Jardín en la investigación y divulgación de las rosas verdes de Santomera tiene mayor acogida por “las derechas” que por “las izquierdas”, siendo él un ‘hombre de izquierdas’, inmerso en una mar de confusión al no entender como un partido político como el PSOE de Santomera no recupera en su seno la memoria de este referente histórico incuestionable que tanto hizo por ellos y por todo el pueblo, acudo a mi vecino Ramón ‘el Miralles’, hombre de ideas por todos conocidas, a preguntarle porqué, desde su punto de vista, sucede todo esto. Ramón no necesita pensarse mucho su respuesta:
<<El único problema que hay aquí es la envidia. Algunos nunca consintieron que él fuera un hombre íntegro y se mantuviera firme hasta los últimos años de su vida>>.
La quintilla de Pepe el Farinas a Manolo del Jardín
Volviendo a Pepe el Farinas para cerrar el círculo de este artículo, quisiera finalizar con otras palabras que brindó a Manolo del Jardín el mismo día en que le ofreció su décima:
El pueblo ha sabido comprender
y se encuentra satisfecho,
y hoy te quiere agradecer
todo el bien que tú le has hecho
y el que le puedes hacer.
Ojalá llegue el día en Santomera en que se difuminen esos rótulos ‘izquierda’ y ‘derecha’ que en realidad no quieren decir nada y oscurecen más que aclaran. Ojalá llegue el mañana en el que podamos aprender del ejemplo de las grandes personas que construyeron Santomera con su incondicional entrega y generosidad. Que nuestro camino sea el que abrieron sus pasos y nuestro único destino la mejora de nuestro pueblo.
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ 