CONTINÚA LA TRAICIÓN A LAS ROSAS VERDES DE SANTOMERA

IMG_20190508_094518

Aquí las tenéis. Las rosas verdes impostoras del Ayuntamiento de Santomera, caídas del ‘cielo patrimonial’ de Santomera que se promocionó en Fitur. Esta fotografía está realizada el 8 de mayo de 2019 en el edificio público de Casa Grande, la casa de la cultura, por lo que podéis ir a verlas si gustáis.

Esta traición  al patrimonio responde al refinado arte de meter la pata. Conviene enfatizar, para que nadie se despiste, que el Ayuntamiento de Santomera persiste en  llamar a las cosas con otro nombre, insiste en confundir y mentir a los vecinos de Santomera. Y ya de paso, como el que mata de un disparo a dos pájaros, parece que lo de deshonrar a los protagonistas que hicieron posible lo que a gala se conserva después de 140 años de historia: el vegetal con mayor valor patrimonial de Santomera, las rosas verdes del Jardín, se ha convertido en norma consuetudinaria del consistorio.

Los abajo firmantes queremos denunciar públicamente al Ayuntamiento de Santomera por esta clase de actos. ‘La historia de las rosas verdes de Santomera’ está poniendo a cada uno en su lugar y es precisamente a nosotros a quienes llaman particulares e instituciones para preguntar por la veracidad e incongruencias de todos estos desatinos institucionales.  Siempre nos veremos en la responsabilidad de contar la verdad, de decir quienes son los que suman,  quienes los que restan. Sin embargo, para qué vamos a engañarnos, para nadie es plato de buen gusto tener que reconocer ante terceros que los únicos enemigos de las rosas verdes de Santomera se encuentran entre sus propios vecinos con cargos públicos.

Con el ánimo de dar a conocer la verdad, hemos de decir que el Ayuntamiento de Santomera no fue a clase el día en que explicaron la diferencia entre género y especie, nadie tuvo la generosidad de explicarle al consistorio las diferencias entre genotipo y fenotipo. Y es que el Ayuntamiento de Santomera ignora lo que los botánicos llaman tipo nomenclatural. Y sí. También se ausentaron del cole el día en que explicaron la diferencia entre propio y ajeno. Los exámenes, así lo entendemos nosotros, se aprueban con esfuerzo y dedicación, las chuletas son para los chulos, y  lo que se dice de la literatura en general también se aplica a este caso en particular, a saber, que nada enseña a quien nada sabe. Sinceramente, creemos que es bastante fácil de entender que a una tierra se la pone en valor contando con ella y sus frutos, con sus tesoros, con sus gentes.

viaje en el tiempo

(Autoridades públicas fotografiándose con ejemplares falsos en periodo pre electoral)

Podríamos retar al Ayuntamiento de Santomera a que demuestre que las rosas que tienen en su poder, como indica la leyenda donde están expuestas al público, son del “antiguo jardín”, pero no hace falta, ya afirmamos nosotros rotundamente que eso es algo que nunca podrán probar. Imposible. Gustosamente se introducirían en una  maquina del tiempo para regresar a aquellos años en los que se gestó esta historia y  ser ellos los actores principales de la acción, los protagonistas del relato.  Algún día les tocará reconocer que van paseando sus rosas impostoras por Santomera, para más señas, por los edificios que antaño fueron propiedad de la familia Murcia. Esta es la manera de “hacer Patria” que tiene nuestro consistorio, esta es su forma de “entusiasmarse con el patrimonio”, esta es su peculiar idea de “memoria histórica”. Puestos a querer ser protagonistas, acompañarán a Colón en las cuatro carabelas, pero para que sea la del Ayuntamiento de Santomera la primera en gritar: “¡tierra!”.

¿Para cuando una bandera de Santomera te respeto? ¿Para cuando la coherencia de quienes sí fueron a clase o simplemente de quienes apelan al sentido común? El patrimonio se divulga, se protege y se defiende. Por eso nos sorprenden algunos silencios, porque por encima de todo pensamos que  es injusto que la verdad se oculte y la mentira se entrone, es injusto que permitamos que se envíen al cajón del olvido la memoria de quienes tanto bien hicieron por Santomera, y por supuesto, es injusto que nos veamos, en ocasiones como la presente, obligados a hablar mal del Ayuntamiento de Santomera, una institución que fue el sueño hecho realidad de quienes durante más de una década lucharon para legarnos lo que hoy tenemos: una localidad, en muchos sentidos, más que envidiable.

 

CLAUDIO HERNÁNDEZ-ROS KIRKPATRICK / MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

 

Deja un comentario