50 ANIVERSARIO DE LA COMISIÓN PRO-AYUNTAMIENTO: EL CUARTEL GENERAL DE MANOLO DEL JARDÍN

 

“La figura de Don Claudio  interviene en esto. Manolo del Jardín  convierte en cuartel general su casa,  por ahí traficaban hojas de firmas, llamadas telefónicas, confidencias, estrategias. Aquel espacio, aparte de haber sido soporte para ayudar a mucha gente  de este pueblo durante muchos años, también fue una parte muy importante en lo que hoy día estamos disfrutando que es el Ayuntamiento de Santomera”

Juan Francisco Nicolás

 

Si a alguien debemos agradecer la presencia de Manolo del Jardín en Santomera, es a la familia Murcia. Con su mujer y su primera hija, el día del Carmen del año 1949, llegó a Santomera una persona que cambió el rumbo de la historia de nuestro pueblo. Lo que se esperaba de él no era cuestión baladí. Pues Don Claudio Hernández-Ros Murcia dejaría en las manos de Manolo el renacimiento del siglo XIX. “Sin él nada hubiera sido posible, es la mejor persona que he conocido públicamente”, dijo Don Claudio de Manolo cuando vio que sus deseos, rescatar el pasado de todos los santomeranos, se vieron hechos realidad.

Doña Ana María Hernández-Ros Murcia, hermana de Don Claudio, recuerda a Manolo como “un hombre incansable, con una voluntad de trabajo sin parangón”. Uno de los hijos de Don Claudio, Claudio Hernández-Ros Kirkpatrik, con cariño recuerda lo siguiente: “la parábola de los talentos era uno de los textos de los evangelios que más le apasionaba, aunque la interpretaba a su manera, es evidente que supo muy bien entenderla” (leed y releer esta parábola y todos comprenderéis cuál fue realmente la actitud de Manolo ante la vida y sus paisanos).

Quien algo sepa de ética materialista, no ignora el hecho de que las personas nunca mueren, sino que fallecen. Y Manolo no ha muerto. Los que lo conocieron de cerca, y hoy se les pregunta por él, lo recuerdan como una persona realmente extraordinaria. Alguien que se entregó en cuerpo y alma en lo que mejor sabía hacer: compartir con los demás ese constante trabajo por convertir a Santomera en un pueblo mejor. Siempre en un segundo plano. Jamás buscando recompensa alguna. De hecho, cuando lo nombraron Hijo Adoptivo, pese agradecido, recriminó (con un humor jovial) al Ayuntamiento por tal distinción, porque, según él, hacía muchos años que venía sintiéndose hijo natural de Santomera. Genio y figura.

En una ocasión como la presente, tampoco podemos olvidar el valor de la amistad en los actos heroicos de nuestra historia. Y hubo una que merece un más que obligado recordatorio. No podemos olvidar la relación que Manolo mantenía con Don Jose María Sánchez Laorden, alma de la Comisión Pro-ayuntamiento (hoy olvidado por cuantos estúpidos anteponen la ideología a las obras). Jose María fue el gran responsable de que hoy Santomera tenga Ayuntamiento. Y hoy, su imagen debería estar en el exterior de nuestro Ayuntamiento, en tamaño tan grande como el del propio edificio. Es él, y no ningún anónimo, el verdadero responsable de que los hijos de esta tierra tengamos consistorio.

Manolo del Jardín iba casi todos los días a su casa. Entre los dos, veían el día a día del proceso de segregación. Éste fue realmente el  mayor logro de nuestra historia: la unión de personas aparentemente antagónicas desde el plano ideológico, pero comprometidas a no poder más para dejar de lado los pareceres subjetivos y aunar fuerzas en pro del beneficio de la comunidad. Amistades así son también las que nos sirven de ejemplo en los tiempos que corren, donde, para deshonra del heroico trabajo de la Comisión Pro-ayuntamiento, la ideología ha invadido el Ayuntamiento y lejos están de querer recordar a quienes les dieron la oportunidad de estar hoy sentados donde están. Quizás tenga razón Antonio Machado en aquello de que “en el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la mentecatez de Judas Iscariote.”

No olvidemos que esta polémica nació desde el mismo momento en que los partidos políticos hicieron su aparición y quisieron ningunear el trabajo que durante once años estos hombres realizaron. Desagradecimiento que en los 39 años de Ayuntamiento se ha convertido en costumbre. A ver si algún día los políticos del presente se dignan a reconocer de dónde vienen, a quienes les deben tanto. Cuando esto suceda, por justicia se cambiará la leyenda de la placa que supuestamente los homenajea en la plaza del Ayuntamiento. La cual debería rezar, por respeto a la verdad, de la siguiente manera: “A los miembros de la Comisión Pro-ayuntamiento, por su trabajo en el consecución de la independencia municipal en beneficio del pueblo de Santomera”.

Tal día como el de hoy, en el que el propio Ayuntamiento de Santomera tiene olvidados a sus padres, conviene recuperar la memoria de estas personas con el fin de recordar a amigos y vecinos el origen humilde de nuestras raíces, y por supuesto, a quiénes necesariamente estamos obligados a recordar (“volver a llevar al corazón”). El pueblo de Santomera necesita, quizás hoy más que nunca, referentes, modelos a seguir, arquetipos a los que imitar. Y en nuestra historia los tenemos. Hombres  con nombres propios y no anónimos. Y en Manolo encontramos, como si de un tesoro se tratase, ya no solo a uno de los padres de nuestro Ayuntamiento, sino a un persona que nos transmite aquellos valores con los que, con mucha constancia, crecimos como pueblo, aquel ejemplo que, lejos de buscar medallas y falsos honores, consistió en ofrecerle a las generaciones presentes y venideras una Santomera mejor. Sin duda alguna, una de las caras más humildes y honradas de nuestra historia reciente.

Era un 22 de noviembre de 1967, tal día como hoy, a las nueve de la noche, cuando se reunieron aquel grupo reducido de vecinos, y no eran tiempos precisamente fáciles.  Pero gracias a la generosidad de aquellos héroes, constituidos en la Comisión Pro-ayuntamiento, y contra la voluntad de otros muchos, se abrieron caminos donde parecía no haber salida. Nombremos a los Padres del Ayuntamiento que se reunieron hace 50 años para que sus nombres no caigan en el más injusto de los olvidos: Jose María Sánchez Laorden, Pedro Campillo Candel, Francisco Sánchez González, Fernando Cánovas Candel, Pedro Artés Borreguero, Francisco Soto Pérez, Juan García González, Ángel Nicolás Coy, Manuel García Peña.

A todos ellos y a los que colaboraron en la lucha titánica por dar al pueblo de Santomera el Ayuntamiento que hoy tenemos, GRACIAS.

 

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ