PATRIA Y PATRIMONIO, O SE DEFIENDEN O NOS HUNDIMOS

jardin fecha..

La patria no es un concepto romántico. El patrimonio no es un concepto idealista. La tierra de nuestros antepasados –patria-, los bienes que nos dejaron –patrimonio-, merecen, por respeto a la verdad, por respeto a los que nos legaron lo que hoy tenemos, un examen que huya de planteamientos metafísicos o espiritualistas, una mirada honesta y honrada hacia nuestro pasado, un juicio riguroso sobre el presente histórico que nos ha tocado vivir, y cómo no, una defensa de todo lo que nos ha hecho ser lo que somos, un resistir a no ser confundidos con  lo ajeno. Cualquier paso que demos encaminados al futuro debe tener en cuenta los pasos que dieron otros en el pretérito. No cabe futuro posible sin los recuerdos de lo que fuimos.

El romanticismo, el idealismo o el espiritualismo grosero, mitifican y enturbian lo que de verdad hay en las cosas, entorpecen y manipulan una realidad tozuda, realidad que se impone por encima de ambiciones personales, especulaciones o delirios subjetivos. Una mirada materialista no solo es necesaria sino que además es justa. No basta con masturbarse con el mundo que nos rodea, debemos penetrarlo.

¿Cómo se defiende nuestra patria?  ¿Cómo se defiende nuestro patrimonio? Pues con uñas y dientes. Con fuerza y firmeza. Con las manos y con los pies. Nuestro cuerpo, lo más real que hay en nosotros, es nuestra mayor arma. Ningún dialogo cabe con los traidores de la patria. ¿Qué se va a negociar con alguien que nos quiere robar? ¿Qué vamos a hablar con los amantes de lo ajeno? Como diría Gustavo Bueno: “aquí es cuestión de fuerza  exclusivamente, aquí no cabe dialogar, ¿qué se va a dialogar?”.

A la manera de las grandes obras que han sido hundidas, poco queda ya de lo que un día fuimos. Sin embargo, sobre los  restos del ‘hundimiento patrimonial’ seguimos aferrados y navegando para no terminar de hundirnos nosotros también. El acabar en el fondo del mar, el dejar que nos terminen de ahogar, no dependerá de quienes traicionan su propia patria, sino  de la fuerza que tengamos de resistir, del peso que ejerza la memoria de nuestros antepasados en nosotros mismos y de lo capaces que seamos de velar por su respeto.

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

Deja un comentario