MANOLO DEL JARDÍN, EL HÉROE

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Manolo del Jardín

(Archivo Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santomera)

Introducción

Se ha escrito mucho sobre la gente mala, sobre las personas que hacen el mal. ¿Quién no recuerda lo que le sucedió a Lucifer? El ángel favorito  de Dios que acabó desafiándolo. Poco tardó el todopoderoso en enviarlo a los infiernos por desobediente. Desde entonces, ‘el portador de la luz’, el lucero, es para creyentes la mayor tentación  del mal, quien incita a corromper hasta el alma más pura. El diablo. Hoy, ese mal es el sistema y el poder.

Más allá de la lectura teológica que muchos no compartirán, lo cierto es que el mal en el mundo es una realidad. Pero también existe el bien. También existen las buenas personas. Y en casos muy excepcionales, también existen los héroes. Gracias a la lectura del libro del prestigioso psicólogo Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford, El efecto Lucifer, el porqué de la maldad, escribo esta nueva entrega de la historia de las rosas verdes de Santomera. Os presento, nuevamente,  a Manolo del Jardín, el héroe.

Vida y obras de Manolo del Jardín

Probablemente, no exista en Santomera caso igual al suyo. Y que nadie se ofenda por esta afirmación.  Es para que todos estemos bien orgullosos. Tener en nuestra historia a un hombre como él debería inflar el orgullo de toda persona agradecida, de todo santomerano que ame esta tierra y  los logros de sus gentes en pro de la comunidad. Pero lo cierto es que también, aún no he llegado a comprenderlo, personas así despiertan no pocas envidias y recelos.

Siempre que me he reunido con algún político del Ayuntamiento de Santomera, ya en el despacho de alcaldía o en alguna concejalía,  he invitado  a los ‘representantes de la voluntad popular’, por si por edad no lo conocieron, a salir a la calle a preguntar por él. Y si alguna vez alguien dijera algo negativo de su persona, que me lo hicieran saber. Mucha arrogancia la mía, puede ser. Pero no menos convicción y sano orgullo. Ese es el gran mérito de Manolo del Jardín, una vida totalmente irreprochable. Un ciudadano ejemplar.

 

¿Por qué Manolo del Jardín es un héroe?

Siguiendo las tesis del monumental libro del psicólogo de la universidad americana, a los héroes se les caracteriza por ser personas muy cotidianas, personas que piensan, quizás ingenuamente, que todos harían lo mismo en su lugar. Personas que se sobreponen al contexto y al sistema. Individuos en los que el poder situacional no es mayor que la fe en unos pocos principios inquebrantables que llevan hasta las últimas consecuencias.

Juan López Pérez, ilustre vecino de Santomera, con motivo de las fiestas patronales de Santomera de 2001, escribió un artículo titulado Cuando un amigo se va. Esta elegía nació a raíz del fallecimiento de Manolo del Jardín. Finaliza el texto de nuestro vecino así:

<<En los últimos tiempos, cuando nos veíamos ya menos, en nuestras charlas ocasionales me honró con sus confidencias más íntimas. Incapaz de decepcionar a nadie, Manolo estaba decepcionado de casi todo y casi por todos. Pero ni el profundo pesar ni el sentimiento de rebeldía que le ocasionaron estas decepciones lograron erosionar su fe en las ideas que siempre defendiera, ni su natural generosidad. Al final,  ¿también lo habrá decepcionado la muerte, aparecida cuando más consciente era de la necesidad  que Claudia, su esposa, tenía de él? >>

3-12-81

Manolo y Claudia

(Archivo familiar)

Continúa Juan López:

<<Manolo nos ha dejado el testimonio de una generosidad y de una actitud ciudadana poco comunes: asumió llevar una vida sencilla y renunció al bienestar material y a otros beneficios que sus capacidad le podrían haber podido proporcionar, para dedicar buena parte de su tiempo y esfuerzo al trabajo desinteresado por la colectividad. Y también ha dejado, justa contrapartida de su proceder, una huella profunda en un importante capítulo de la historia del pueblo y en la memoria de quienes lo conocimos y tratamos>>.

Y finaliza:

<<Cuando un amigo como Manolo se va, se pierde una parte irrecuperable de nuestro más valioso patrimonio.Descansa en paz, querido amigo>>.

 

Esto es lo que llama el profesor de la Universidad de Stanford ‘un héroe’. El deseo del bien de la colectividad por encima del propio egoísmo. Una persona cotidiana que todo lo que hace en su vida   responde, exclusivamente,  al deber. Que no se ve a si mismo más que alguien que viene al mundo a hacer las cosas lo mejor que puede, que no busca nada ajeno al hecho de hacer  lo que es correcto, simplemente porque es de justicia. Y que lo volvería a hacer si fuera necesario. Alguien que no deja que las traiciones o desilusiones quebranten su fe. Uno de esos vecinos que siempre fueron fieles a sus creencias y sus principios. Un hombre que dejó la mejor herencia que podemos recibir de nuestros antepasados: el amor por las cosas sencillas,  el disfrute de lo cotidiano y el incondicional respeto a lo más valioso que hay en cada uno de nosotros,  la familia y nuestras raíces.

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

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