‘LAS ROSAS VERDES’ DE LA FAMILIA MURCIA, LAS ROSAS VERDES DE SANTOMERA

 

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Hoy, 5 de abril, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Y quisiera que este texto fuera un tributo a la familia Murcia.

 

Llegada al pueblo de Santomera a principios del segundo tercio del siglo XIX, su presencia en los últimos casi 200 años  es manifiesta e incuestionable. Sin ellos, no seríamos lo que somos en muchos sentidos, básicamente, porque nuestro presente es un ‘presente histórico’: somos herederos  de  una historia viva. A esta estirpe y a todas sus generaciones, desde don Juan Murcia Martínez (1790-1852) a los hermanos Hernández-Ros Murcia (don Antonio, don Claudio y doña Ana María), debemos nuestro más absoluto reconocimiento si queremos un futuro lleno de sentido, si no queremos olvidar nuestras raíces, si queremos honrar la memoria de nuestros antepasados con la más justa de las gratitudes.

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La huella de esta larga tradición, no solo la tenemos en los edificios más simbólicos y emblemáticos de nuestro municipio, Casa del Huerto- del Jardín,  Casa Grande, Quinta de don Juan, sino que además sigue viva y representada en el vegetal con mayor valor histórico y patrimonial del Municipio de Santomera en la actualidad: las rosas verdes que aclimató don Juan Murcia y Rebagliato (1852-1891) en el último tercio del siglo XIX (junto a 213 variedades de rosas más), bisabuelo de nuestro querido y estimado para siempre don Claudio Hernández-Ros Murcia.  Rosas verdes cuya genética es exactamente idéntica a las rosas presentadas en 1856 en la Exposición Universal Agrícola de Paris y estudiadas por Alphonse Lavallé,  el que años después sería Presidente de la Sociedad Nacional de Horticultura francesa, en  Rosa viridiflora. Rosa verte. Étude morphologique ‘a son sujet. L’Horticulteur Français. 1856.  “Objeto constante de estudios filosóficos”, afirmó Lavallé sobre ellas en dicho documento.

A este estudio, le siguieron otros botánicos de renombre que también analizaron esta anomalía de la naturaleza, esta extraña mutación sin pétalos: Planchon, J. y L. Van Houtte (1856),  Dippel, L. (1893), Schneider, C.K. (1906)… Sin olvidarnos del particular estudio de M. Arthur Gris, titulado: Note sur queleques cas de Monstruosité, et spécialment sur la rose verte. Hasta llegar al año 2016, en el que un equipo de científicos de nacionalidad china y francesa les dedicaron un esmerado estudio comparativo bajo el título: The rosa chinensis cv. Viridiflora phyllody phenotype is associated with misexpression of flower organ identity genes.

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Con el ánimo de ser estrictamente rigurosos, podríamos llamar a las rosas verdes de la familia Murcia, si nos atenemos a criterios radicalmente botánicos, ‘rosas verdes variedad Lavallé’. Sin embargo, hay expertos en la materia que afirman que dada la singularidad de estas rosas, por su ‘tipo nomenclatural’ y su rica y documentada historia en el pueblo de Santomera, bien podrían llamarse ‘rosas verdes familia Murcia’ o ‘rosas verdes de Santomera’, trascendiendo al tipo anteriormente señalado. Rosas a las que la botánica, desde la Universidad de Murcia,  reconoce como “una de las floraciones más elegantes entre las rosas verdes”. Cuya historia, les ha otorgado el verdadero valor patrimonial que atesoran. Una odisea que alcanza casi el siglo y medio. Un relato trabado desde la generosidad de una familia que sobradas muestras de entrega ha dado en cada una de sus generaciones.

Sin duda alguna, esta curiosa planta, como si viniera a cantar las gestas de antaño,  nos ha puesto a todos en el mapa y ha tenido una repercusión mediática e interés por biólogos, instituciones y curiosos, que va más allá de las fronteras de nuestro pueblo. ¿Cómo han sido percibidas desde fuera de Santomera -su casa- estas rosas tan especiales? Pues por ellas han mostrado  interés  la Dirección General de Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid, el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España, el Colegio de Geógrafos de la Región de Murcia, viveros  y rosaristas de más de media docena de países hispanoamericanos, el diario digital más importante del levante Español (Agrodiario), la prensa regional murciana (Diario la Verdad, 7 Región de Murcia), incluso una de las  agencias de comunicación más relevantes a nivel internacional va detrás de ellas… Algunos artículos sobre esta reliquia vegetal, como el de la periodista de prestigio nacional Carmen Guardia, Las rosas verdes, el tesoro desconocido de Santomera, ayer llegó a las 13.171 visitas desde que se publicó el 20 de mayo de 2016.

Solo estos datos, deberían servir de estimulo a los vecinos de Santomera y a sus instituciones públicas para sumarse a un reconocimiento y puesta en valor, así lo deseo, de un auténtico tesoro que desde fuera de Santomera, a ojos de terceros, se contempla como tal.

Desde el primer día, nuestra misión, nuestro proyecto, no ha sido otro que compartir.  Compartir la historia de unas rosas que han hecho única  nuestra tierra.  Rescatar la memoria y valores de quienes hicieron de Santomera un pueblo mejor.  Una historia de supervivencia que tiene mucho que enseñarnos. Mucho pecho que sacar. Y que, principalmente, va dirigida a los habitantes de Santomera. Porque esta es su historia. Porque esta es nuestra historia.

 

Gracias a la familia Murcia por darme todo su apoyo en este proyecto. Mi mayor gratitud por todas las muestras de afecto y paciencia que han tenido conmigo en los últimos tres años. Sin ellos, no hubiera llegado hasta aquí. A ellos, este artículo y todos mis respetos.

Pero sobre todo, gracias por regalar a Santomera la presencia de don Manuel García Peña, Manolo del Jardín, quien tanto cuidó estas rosas. Persona a la que el propio Ayuntamiento de Santomera nombró  Hijo Adoptivo de esta Villa. Ayuntamiento que reconoció lo mucho que le estaba agradecido (“¡Qué hombre! ¡Qué capacidad de trabajo! ¡Qué ejemplo más difícil de imitar!”). Aquel día, nombraron hermano de todos los vecinos de Santomera a un Quijote sin mancha. Aquel día, se hizo justicia.

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Sin embargo, como él mismo dijo, con cierta sutileza irónica, tras recibir un título que nunca buscó y mucho menos esperó: “me habéis hundido la autoestima, yo ya venía sintiéndome hijo natural desde hace tiempo”.

 

 

Gracias por todo,

gracias por tanto.

 

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

 

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