CONVERSANDO CON LA ALCALDESA DE SANTOMERA

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Esta mañana he cometido una imprudencia. Después de trabajar durante todo el fin de semana, de currar mucho y dormir poco, no se me ha ocurrido otra cosa que, recién levantado, visitar a la Alcaldesa de mi municipio con la excusa de que había recibido una llamada desde el Ayuntamiento. Pese a que me he mirado en el espejo y he pensado… ¡vaya cara! Sin darme cuenta ya estaba entrando en uno de los lugares más especiales de Santomera, mi casa, nuestra casa, el Ayuntamiento. No ha sido suficiente el cansancio para que las rosas vayan en busca de su reconocimiento.

No teníamos cita concertada, pero me ha recibido. Me ha visto llamando a la puerta de su secretaria y me ha dicho, frunciendo el ceño, que no se encontraba. Por favor, ¿es que no se notaba en mi cara que iba en su búsqueda? Llevo detrás de usted desde hace tiempo, algo se me ha tenido que notar en la mirada, a parte del cansancio. Sepa usted que la primera persona que recibió físicamente el primer texto de las rosas verdes fue usted, ni puedo dejar de mostrarle el respeto institucional que le debo como ciudadano, ni usted debe mantenerse al margen de la investigación sobre las rosas verdes.

Espero haberme explicado, señora alcaldesa, con suficiente claridad. Se trata de poner en valor lo que más nos hace falta hoy en día, que no es otra cosa que los ejemplos de generosidad que ha tenido este pueblo en su historia, se trata de rescatar un símbolo, la rosa verde, se trata de inflar el orgullo de todos los habitantes de Santomera para que se den cuenta del lugar donde viven, de las personas que lo construyeron, y de unas rosas que felices en tiempos tristes van alegres por toda España de lo orgullosas que están de esta SANTOMERA que estamos obligados a respetarla.

Señora alcaldesa, no se moleste porque haga pública nuestra conversación. He ido a pedirle ayuda en persona, he querido que de cerca pueda saber lo que siento y pienso del pueblo que compartimos, no he vacilado –pese a mi cansancio- en nombrar a la rosa verde en la institución que debería ser la primera en ponerlas por todo lo alto. Así se lo he hecho saber, así anhelaría que fuera. Muchas gracias por su atención.

Sin más motivo, salvo el de volver a vernos cuando usted lo estime oportuno,

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

 

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