Para qué negar los hechos, así es amigos y vecinos, la ROSA VERDE tiene una actitud quijotesca. Tampoco me importa reconocer que cuando hablo de ellas… se me nota en la mirada, no sé cómo explicarles… Decía Nietzsche que “podrás mentirme con tus palabras, pero tu rostro me sigue diciendo la verdad”. Y así es, disfruto tanto con este tema que cuando me tropiezo a alguien por mi pueblo y me pregunta por las rosas… se para el tiempo, me olvido de todo y gustosamente respondo a todo lo que me preguntan.
¿Quieren que les cuente cómo empezó todo? ¿Cómo nació esta investigación? Valgan las palabras que a continuación vienen para fundamentar este proyecto, este viaje a nuestro pasado, esta puesta en valor por nuestra propia historia, nuestro presente y nuestro futuro.
Pues la responsable de todo, estimados lectores, es la verdiflora, ella es la causa de todo. Cuando, como ciudadano de a pie y comprometido con algunas causas veía los telediarios, la prensa escrita, las continuas disputas entre políticos, las cosas buenas que se hacían pero los retrasos enormes que también siguen existiendo (como la falta de valores, de compromiso social, pero sobre todo, de honestidad)… Después de ser conscientes del mundo que nos rodea, nos preguntamos: ¿algo tiene solución? Decía Voltaire: “por mucho que nos esforcemos, dejaremos este mundo tan malvado y estúpido como nos lo encontramos”. Pues sí, puede que tenga razón, o quizás lo dejemos peor…
¿Entonces? ¿Tenemos que consentir los vecinos de Santomera que solo se nos recuerde y se nos mencione por sucesos macabros? Pues no amigos, y ésta fue una de las premisas que me hizo plantearme toda esta investigación. A 11 km de nuestra hermosa capital –pasando por el histórico Monteagudo-), a 10 km de la apasionante Orihuela, a 44 km de nuestras playas, y conectados vía autovía al resto de España y Europa. ESTA ES LA UBICACIÓN DE SANTOMERA. Un enclave realmente privilegiado, rodeada de campo y huerta, con el más que ganado epíteto de limonar de Europa, llena de edificios históricos y de muchos vecinos que, por supuesto, tienen muchas cosas que contar y mostrar.
Pues todo esto, y mucho más, es el trabajo de campo de las rosas verdes. De no existir ni una sola mención en nuestra Biblioteca Municipal, a iniciar un auténtico viaje hacia lo desconocido… Todo empezó preguntando a mi propia familia, a mis amigos y vecinos… ¿Saben la información que pude obtener en Santomera? No creo que superase media página. Y, pese a todo pronóstico, ésta es la sorpresa, estos son los resultados: EL DESCUBRIMIENTO DE LA EXCEPCIONALIDAD DE ESTAS ROSAS, SU HISTORIA Y SU PUEBLO. Una investigación que crece casi todos los días, que apunta maneras y en la que, y esto creo que es importante, todos estamos implicados.
Es posible que Voltaire tuviese razón, pero quien esté conociendo esta investigación y el relato histórico que la envuelve, podrá recriminarle, al menos, la grandeza que tenemos como pueblo. Y en eso esta la verdiflora, dando a conocer lo que fuimos y somos, más allá de cualquier diferencia absurda ideológica. Se dijo en el primer texto, unidos nacimos como municipio, mucho lucharon los padres de nuestro Ayuntamiento para que no nos sirva, al menos, de lección moral a todos. Mucho tiene que enseñarnos nuestro pasado y las rosas verdes, queridos vecinos, van en esta dirección, en mostrarles a su propia gente lo especiales que son, lo orgullosos que deben sentirse al ser hijos de esta noble tierra, de este heroico pueblo.
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ 