QUÉ TIENEN DE ESPECIAL LAS ROSAS VERDES DE SANTOMERA

 

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Estimados vecinos y amigos, hasta ahora todo han sido pinceladas sobre nuestra verdiflora y su historia. No me ha parecido el momento oportuno de evocar una gran cantidad de datos que aburrirían más que otra cosa. Todos estarán conmigo que la periodista de prestigio que me hizo la entrevista para AGRODIARIO, Carmen Guardia,  no fue desafortunada al escribir “lo apasionante de estas rosas es el relato que las envuelve”. Muy cierto. Y hasta ahora el desarrollo de esta investigación, al menos lo que ido publicando, se ha centrado más en nuestra historia, y con sobradas razones, pues somos esclavos de nuestro pasado, sin él no seríamos nada y debemos rescatar todo lo que nos hizo grandes porque es la única manera de avanzar y proyectarnos hacia el futuro.

Pero en el texto de Carmen Guardia, Las rosas verdes, el tesoro desconocido de Santomera, también se recoge, y como no podía ser de otra manera, la singularidad de esta planta. De ella quiero hablarles en esta ocasión, quiero que conozcan a este rosal con una excepcionalidad a nivel mundial.

Tenemos ante nosotros a la VERDIFLORA, a la ROSA VERDE, la chinenesis viridiflora para botánicos y peritos en floricultura. Un rosa con la historia más singular de todas las rosas –y esto es lo que quiero demostrar con documentos-, pero como he dicho, centrémonos en su esencia.

De este rosal brotan rosas de color verde, las únicas en el mundo. Hay otras, he llegado a reconocer dos tipos, que también lo son pero mediante intervención humana, quiero decir, son experimentos de laboratorios. No hay más rosas verdes originales en el mundo que la verdiflora. Ésta es una de sus distinciones, una de sus singularidades.

No tienen pétalos, solo tiene sépalos. Ésta fue la gran mutación, se le olvidó crear pétalos y todo se convirtió en una “sepalización”. A este fenómeno algunos botánicos le atribuyen el concepto científico de “filodia”. Lo he podido contrastar y tienen razón, la rosa verde padece de filodia, es la única rosa del mundo con esta peculiaridad, al menos hasta donde he podido investigar. En el resto del mundo vegetal he podido encontrar otras especies que también han sufrido filodia pero no son rosas.

Huelen a pimienta. He podido leer en algún texto californiano que estar rosas carecen de olor. Falso. Y lo tengo contrastado con informes científicos de un botánico italiano y un biólogo neoyorquino. Además, tengo el privilegio de poder decir que huelen a pimienta porque ha sido mi propio olfato quien ha identificado este inusual olor.

Son estériles. Encontré un fraude en internet, en esta ocasión creo que era en pagina de Hawai, que se venían semillas de verdiflora por correo. Falso. Las rosas verdes solo se reproducen por esquejes y dependen exclusivamente de la generosidad de las personas que han permitido que aún estén entre nosotras. He de advertir también, porque me parece una dato realmente pertinente, que su clonación es una tarea tan ardua como casi imposible. No sé muy bien como se han ido reproduciendo las del resto del mundo, pero éstas, las de Santomera, tienen una dificultad extrema que el propio Don Claudio reconoció en un vídeo. Motivo más que suficiente, pienso yo, para contemplar su calidad de especie protegida, no reconocida oficialmente.

Las rosas son de tamaño pequeño. Una pulgada y media, más o menos como una pelota de golf. Consiguen camuflarse entre el follaje de la propia planta, y gracias a su color, pasan desapercibidas al que contempla este rosal. Está la anécdota siguiente: la verdiflora visitó el Real Jardín Botánico de Cartagena, se mostraron en una imagen, y se me replicó que no podían identificar ese rosal porque las rosas no salían. Les tuve que solicitar que volvieran a ver la imagen, las rosas estaban allí, salían en la foto. ¡Qué situaciones ha provocado este singular rosal, queridos amigos!

Como ven, estimados lectores, no estamos ante un rosal cualquiera, una rareza donde las haya. Solo su historia merece un reconocimiento por todo lo alto, una seña de identidad de Santomera. Si estas rosas en sí mismas son una singularidad de la naturaleza, su historia no deja de ser algo verdaderamente sorprendente. No pienso falsear ningún dato de esta investigación, ni ocultar nada, pero de momento y hasta el día de hoy, todo apunta a que las rosas verdes de Santomera poseen la historia más singular de todas las rosas verdes del mundo. TODO UN ORGULLO. 

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

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