«MANOLO, EL DEL JARDÍN». UN VECINO EJEMPLAR, UN MODELO A SEGUIR

fotos mayo2016 050

Voy a darme permiso, queridos vecinos, para presentaros a una de las personas más excepcionales que ha tenido esta noble tierra. El vecino que a continuación va a ser “mostrado” no fue natural de SANTOMERA, sino de Beniel. Éste fue el motivo de “forma” por el que no se le pudo  otorgar el distinguido título de “Hijo Predilecto”, sino el equivalente en este caso, es decir, el de “HIJO ADOPTIVO”, igual de honorífico. Tal muestra de respeto institucional  es a lo máximo que puede aspirar un ciudadano fiel y comprometido con su tierra, es el mayor reconocimiento que puede recibir por parte de sus vecinos.

03052016573

Don Manuel García Peña llegó a Santomera de la mano de Don Claudio Hernández-Ros Murcia. Su misión era, básicamente, gestionar y mantener un auténtico tesoro. Él fue el elegido por la dinastía de los Murcia, concretamente por el entrañable D. Claudio. ¿Qué era lo que custodiaba? El prestigioso Jardín de Santomera, LA FINCA DEL HUERTO.

jardin foto

Aquel entramado de joyas es muy complejo y difícil de analizar en unas pocas líneas. Que sirva como esbozo lo siguiente: por un lado, el COMPLEJO ARQUITECTÓNICO, donde tenemos la CASA DEL HUERTO (o casa de D. Claudio), el edificio más antiguo y rico en historia de este municipio; una ALMAZARA adquirida en 1838 por D. Juan Murcia Martínez; un ermita con el CRISTO YACENTE (“la cama” o “el Santo sepulcro”) del siglo XIX. Por otro lado, y en el mismo lugar, un asombroso y espectacular COMPLEJO NATURAL: unas tahúllas  de LIMONEROS, no olvidemos que Santomera tiene el epíteto de LIMONAR DE EUROPA; algunos naranjos, en los que se encuentran las famosas naranjas dulces de Santomera o NARANJAS DEL OBISPO, “seña de identidad de Santomera” reconocida oficialmente; un FICUS centenario, el “árbol padre” de todos, pues ningún otro de la localidad lo supera en edad; una ARAUCARIA excelsa, el árbol más alto de Santomera; majestuosas YUCAS; y, entre otras muchas cosas más, la joya de la corona: LAS ROSAS VERDES, la planta con la historia más singular de este relato, protegidas por el templo que era el ficus, dándole un toque de pimienta al olor a azahar de esta hermosa y maravillosa finca. Nos encontramos, con ello, ante el lugar más especial de Santomera.

D. Manuel tuvo que asumir con mucho agrado y sencillez toda esta responsabilidad. Ahora, en 2016, este señor no puede contar nada ni ninguno de nosotros podemos ver casi nada de aquello. Triste final, cosas de la vida, pero con un glorioso pasado, LA HISTORIA DE SANTOMERA.

Sigamos presentando a este señor. Era un gran gestor y administraba su tiempo de una manera asombrosa. Pienso, y esto es una diatriba que lanzo a este pueblo que tanto amo y por el que tanto lucho, que la historia escrita de este municipio no ha hecho justicia con él. El que aquí escribe, humildemente pero con no menos orgullo, va a seguir escribiendo capítulos de este apasionante viaje que es el descubrimiento de Santomera. No somos nada sin nuestro pasado y yo os voy a mostrar  a un vecino ejemplar, a un modelo a seguir, éste es el objetivo y el sentido de estas páginas.

Como os contaba, Manolo (comencemos a tratarlo como realmente fue, una persona sencilla en lo cotidiano) tuvo sobresalientes dotes para llevar la versatilidad a límites insospechados. A parte de todas las responsabilidades que tenía como “guardián” de aquella histórica finca, también quiso ayudar a su pueblo en otro ámbito, el POLÍTICO. Fue una del las personas clave en la COMISIÓN PRO-AYUNTAMIENTO. ¡Once años de lucha infatigable con actitudes verdaderamente heroicas! Muchos kilómetros recorrió este vecino y a muchas puertas tuvo  que llamar para la recogida de firmas.  Id a las fuentes, os vais a sorprender de la forma con la que  lucharon los padres de nuestro Ayuntamiento. No había ni el más mínimo respiro para tan grande aspiración, el futuro lo merecía. Y así fue, tenemos AYUNTAMIENTO. Santomera alcanzó la libertad que buscaba.

AYUNTAMIENTO

El protagonista de este texto fue un hombre sin parangón. Sirvió tenazmente a la COMUNIDAD DE REGANTES durante 32 años, ejerciendo los cargos de Vocal, Vicepresidente primero y Presidente en funciones. Formó parte del CIRCULO CULTURAL AGRÍCOLA, donde brilló como tesorero, si las cuentas que se presentaban venían de su puño tenían el sello de la honradez. Pero aquí no acaba los pasos de este vecino, pues fue Presidente de la Hermandad de Labradores, participó en la Comisión Delegada del Patronato de Gestión “Onésimo Redondo” para la mejora de la vivienda rural, y aún le quedó tiempo para participar en la Comisión de Estadística Agrícola y Ganadera desde la Agencia Exterior Agraria.

Yo escribo esto y aún no doy crédito. Pero ya que estamos, si os parece bien visitamos su parte más humana, ¿nos acercamos a él? Este vecino abría la puerta de su casa a todos, nunca estuvo cerrada a nadie, ni para los que iban a pedirle consejo, ayuda o simplemente un apretón de manos. Delante de él se borraban las diferencias ideológicas, o más bien pasaban a un segundo plano, siempre que el motivo fuera el bien común. Asistía a todos y cada uno de los entierros de este pueblo, consideraba que había que despedir a todos los vecinos que partían y mostrar el más sincero respeto a la familia que quedaba con ese terrible sufrimiento. No importaba el apellido o el color, las siglas o la procedencia, si se trataba de una persona el respeto, más que un deber, era una obligación. Por otro lado, también podéis preguntar a los habitantes de la época, aún queda bastante tradición oral, por las relaciones que mantuvo con la Iglesia, un creyente convencido que predicaba con el ejemplo.

Vecinos, así era D. Manuel García Peña.

Si después de presentaros a este señor hay alguien que su curiosidad  le lleva a preguntarse por los motivos o razones  en los que se fundamenta mi involucración en estos asuntos, no pasa nada, la respuesta no puede ser más honesta: no tengo más pretensión que la de inflar el orgullo y el amor por esta tierra y sus vecinos, su historia, su presente y su futuro. Descubrir nuestro propio pasado y poner por todo lo alto a personas que entregan su vida por la comunidad, como el protagonista de este texto. En definitiva, mostrar al mundo los motivos por los que estamos orgullosos de este heroico pueblo.

 

Al Manolo del Jardín,

Por dar a sus vecinos el Ayuntamiento que tienen,

Por servir de aliento en el largo y prometedor futuro que les espera

a las rosas verdes y al propio pueblo de Santomera

 

 

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

Deja un comentario