La finca del Jardín de Santomera. Finales del siglo XX
“Dichoso aquél que recuerda con agrado a sus antepasados, que gustosamente habla de sus acciones y de su grandeza y que serenamente se alegra viéndose al final de tan hermosa fila”
Goethe
Los limones de Santomera, <seña de identidad de los santomeranos>
Los limones de Santomera, cuyos limoneros brotan de una tierra en la que antaño le precedieron naranjos, comenzaron su despegue en la segunda mitad del siglo XX. Desde entonces, el limón santomerano (principalmente las variedades fino y verna), por su calidad, por ser sustento de muchas familias, por su presencia en las casas y huertos particulares de los vecinos y en el comercio allende las fronteras de esta hermosa tierra, se ha convertido en un símbolo para la localidad y sus habitantes. Insertado está el limonero en la parte superior del blasón municipal, empresas y centros deportivos rotulan con su nombre sus instituciones. Basta un evento de cualquier índole, ya sea lúdico o deportivo, para que el limón lo corone en su presentación auspiciando el acto. De justicia es recordar la Feria del Limón del año 1972, años en los que la Comisión pro-ayuntamiento luchaba por la consecución municipal, así como las distintas ediciones en las que FELIME situaba a Santomera en los mapas. El limón de Santomera, en la actualidad, ha llegado hasta introducirse en la cerveza murciana por excelencia: Estrella Levante. Y es que este cítrico luce su amarillo allí donde hace presencia, allí donde su azahar hace de preámbulo al preciado fruto de la huerta santomerana.
Pero, ¿cuál es su verdadera historia? ¿Cuándo comenzaron los cítricos de Santomera a deslumbrar a murcianos y españoles? ¿Cuáles son las raíces de la historia de los limones de Santomera? ¿Han recibido reconocimientos? ¿Cuál ha sido la valoración de los mayores expertos sobre este icono santomerano? ¿Cuántas variedades de cítricos galardonan nuestro pasado? ¿Qué reliquias sobreviven a día de hoy?
El Jardín de Santomera: un jardín distinguido
Queremos desvelar, dentro de la investigación sobre las rosas verdes de Santomera, un capítulo de especial relevancia de nuestro pasado. En esta ocasión, los protagonistas son los cítricos del Jardín de Santomera, aquellos que compartían espacio con las rosas verdes, el ficus –que llegó a ser el más longevo de la Región de Murcia-, la araucaria excelsa, las yucas elefantinas, los alhelíes dobles de ‘la Cama’ incorporados en el año 1966, los jazmines blancos y amarillos, las higueras y los frutales… un escrupuloso y complejo jardín botánico que fue desarrollándose y modificándose a lo largo de más de siglo y medio. Un Jardín que pese a que ya no existe, se conserva no solo la joya de la corona, las rosas verdes, sino que además le arropan una serie de ejemplares de variedades de cítricos que consiguieron las más altas distinciones y alabanzas nacionales en el siglo XIX.
Un abogado del ilustre Colegio de Madrid, Diputado Provincial, Comendador de número de la Real y distinguida Orden Americana de Isabel la Católica, Caballero Hijo-dalgo de la villa de Madrid, Caballero de la Orden del Santo de Jerusalén y Caballero de la Orden de Carlos III, apasionado por el reino vegetal, se convirtió en uno de los mayores expertos de la huerta murciana, creando en Santomera un auténtico referente nacional botánico de la floricultura y la horticultura.
Retrato de don Juan Murcia y Rebagliato. Casa de campo de Madrid de la familia Murcia
Don Juan Murcia y Rebagliato (1852-1891) llevó su coleccionismo botánico a los escenarios más significativos de finales del siglo XIX. 214 variedades de rosas presentó en la Exposición Nacional de plantas flores y aves del año 1880, organizada del 22 de mayo al 2 de junio por la Sociedad Protectora de los animales y las plantas bajo el patronato de S.M la Reina. Su colección de rosas, expuestas en dos bandejas confeccionadas por el maestro carpintero Mariano Barquero, consiguió el reconocimiento del jurado nacional con diplomas de honor de primera clase, tanto en la persona de don Juan como en la de su equipo de jardineros. Según la Gaceta Agrícola del Ministerio de Fomento en el tomo XV, de abril a julio de 1880, la familia Real prestó especial atención a esta colección de flores sueltas y prodigó grandes elogios hacia ellas.
Caja de herramientas de don Juan conservada en la actualidad
¡MEDALLAS DE ORO PARA LOS CÍTRICOS DE SANTOMERA!
En el año 1882 y 1883 otros vegetales de Santomera estuvieron presentes en las Exposiciones de la Sociedad Central de Horticultura. Dos años en los que los cítricos de Santomera fueron galardonados con la más alta de las distinciones del concurso.
En 1882 recibe don Juan el reconocimiento del jurado por destacar sobresalientemente con unas hortalizas y unas frutas. <<Existen además otras diversas instalaciones de flores cortadas y caprichosos ramos y canastillos confeccionados por varios aficionados y jardineros, destacando las de hortalizas y frutas de Sr. D. Juan Murcia Rebagliato, de Murcia>>, atestigua la Revista de Horticultura andaluza en el número 6 de junio de 1882.
Una colección de cítricos recibió en esta exposición la medalla de oro. Colección de cítricos presentada con el nombre de la primera hija de don Juan. <<Señorita Dª Adelaida Murcia, de oro, colección de naranjas, limones y cidras>>, dentro de la sección primera de la Exposición Nacional, según la misma fuente que a su vez fue premiada con Diploma de 1ª clase en la Exposición de animales y plantas celebrada en Madrid en 1881.
En 1883 encontramos varios documentos en los que los cítricos del Jardín de Santomera vuelven a ser premiados con medallas de oro en el Jardines del Buen Retiro de Madrid con la presencia de las familias reales de Portugal y España. Periódicos como El Día de Madrid, miércoles 6 de junio de 1883 en la edición de la noche, y El Campo número 15, 1 de julio de 1883, recogen la relevancia del evento.
Así comienza el informe de la sección tercera del jurado de la exposición hortícola sobre las plantas expuestas con motivo de la adjudicación de premios: <<El informe que a continuación insertamos demuestra hasta la evidencia lo mucho que contribuyen las exposiciones hortícolas al progreso de la agricultura y de la jardinería. Aunque solo fuera por dar ocasión a redactar informes tan concienzudos como el presente, merecerían la protección de todas las clases del país, pues todas tienen vivo el interés en el adelanto y perfección del cultivo de las plantas útiles y de adorno>>.
En la Gaceta Agrícola del Ministerio de fomento, Segunda época, tomo VI, abril a junio, como en otras fuentes, nos encontramos con un texto que reproducimos en su totalidad por ser, hasta donde hemos podido investigar, el texto más brillante y elogioso sobre los cítricos de Santomera de toda nuestra historia escrita:
<<Una magnífica colección de hermosas frutas de 27 especies y variedades del género Citrus, presentada por Dª Adelaida Murcia y Villalonga, procedentes de su huerta de Santomera, en la provincia de Murcia, demuestran su hermosura excepcional, y principalmente descuellan entre las mismas las naranjas híbridas, probando además las condiciones ventajosas de la localidad para tan rica producción, deduciéndose de todo el celo y aciertos empleados para elegir las mejores clases y estimular su propagación en un país en que tan importante es este cultivo, los trabajos llevados a efecto con tanta fortuna para su fomento merecen recompensa especial, la más alta de las que están designadas para premiar los adelantos verdaderos, con sujeción al concurso, por lo que el Jurado adjudica a Dª. Adelaida Murcia la medalla de oro, bien merecida por esta colección de ricas y sabrosas frutas, cuya simple vista justifica esta recompensa>>.
Actualidad de las reliquias del Jardín
En conversaciones con Mónica Martínez Serra, locutora de Radio Sureste Cope, compañera fiel en la puesta en valor de las rosas verdes de Santomera y su divulgación, manifestó lo siguiente: <<lo que tu padre hizo fue lo más parecido al Arca de Noe, pero con el Jardín que cuidaba tu familia>>. Manuel García Infantes (1951-2003), hijo de Manuel García Peña (Manolo del Jardín) y Claudia Infantes Coll, sexta generación de la historia de las rosas verdes de Santomera, el protagonista de la imagen con la que finaliza este artículo, no solo consiguió crear una reserva donde poner a buen seguro las rosas verdes decimonónicas, sino que intentó acompañarlas con todo lo que pudo salvar del enclave que atesoraba la exquisita botánica galardonada con medallas de oro. En la actualidad, gracias a su empeño y por respeto a su trabajo, se conservan limoneros, naranjos, pomelos y mandarinos originarios del Jardín histórico de la familia Murcia, los mismos cítricos cuyos frutos viajaron a Madrid en 1882 y 1883. Nos encontramos, pues, ante la alegría de saber que las rosas verdes de Santomera no están solas, sino que siguen teniendo de compañeras de viaje a sus ‘ilustres compatriotas’.
Manuel García Infantes cuidando los cítricos ‘medalla de oro’ a finales del siglo XX
Orgulloso comparto esta noticia sobre nuestro distinguido patrimonio y con no menos entusiasmo quiero pregonarla para que saque pecho todo hijo agradecido de nuestra querida Santomera.
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ 