LAS ROSAS VERDES DE SANTOMERA, LA JOYA DE UNA CORONA: EL JARDÍN DE SANTOMERA

img_20160920_122829

“El laudable propósito de mejorar las costumbres, educando a la humanidad en el bien y fortaleciendo las creencias y los sentimientos que apagan todo instinto cruel y toda tendencia perniciosa, han agrupado en los pueblos cultos a los hombres de buena voluntad, dando origen a las sociedades protectoras de los animales y de las plantas.”

Así comienza la crónica que recoge La Ilustración Española y Americana, con motivo de la celebración en el Jardín del Buen Retiro de Madrid  de la Exposición Nacional de plantas, flores y aves, celebrada entre el 22 de mayo y el 2 de junio de 1880, evento que organizó  la Sociedad madrileña protectora de los animales y las plantas.

El acto fue inaugurado con unas palabras que invitan a una profunda reflexión: “Principia el niño por manchar una pared y no se le corrige: un día manchará la reputación más limpia. Maltrata hoy una escultura y da fin de un olmo: después golpeará y herirá carne humana. Los que dejan en paz a los que dañan al edificio, a la estatua y al árbol, dejan crecer y multiplicarse a los futuros destructores de todo”

Desde Santomera, Juan Murcia y Rebagliato (1852-1891) –bisabuelo de Don Claudio-, participó en ella con 214 variedades de rosas. Nunca antes, en ninguna otra exposición, se había presentado una colección tan numerosa. En dos grandes bandejas con forma de mimbre  y forradas por dentro de zinc, construidas por el maestro carpintero de Santomera Mariano Barquero, se presentaban todas ellas  etiquetadas. Las rosas verdes iban en la segunda bandeja.

Sí, 214 variedades: hibridas remontantes (101 variedades), de olor de Thé (29), índicas noisetiianas (9), índicas semperflorens (10), borbónicas (10), perpetuales (5), musgosas no remontantes (6), musgosas remontantes (16), listadas (18), provincialis (3), multifloras (3), microphyllas (3), amarilla (1).

La Gaceta agrícola del Ministerio de Fomento, al finalizar la exposición, lo reflejó  así:

“Sobre bonitas bandejas, sostenidos por ligeros pies de fina madera, lucen también en el expresado pabellón las admirables colecciones de variadas y aromáticas rosas presentadas por el muy distinguido expositor D. Juan Murcia y Rebagliato.

S.M la reina se ha fijado principalmente en dichas colecciones de flores sueltas, prodigándolas grandes elogios y dignándose admitir una rosa de té (Conde de París) que tuvo el honor de brindarle el Sr. Murcia, a quien cupo la satisfacción de escuchar benévolas frases de la real familia”

Juan Murcia y Rebagliato fue premiado en éste y en  otros certámenes –así como algunos familiares suyos-, y sus rosas pusieron a Santomera en lo más alto del mundo de la floricultura, siendo las rosas verdes las únicas que han soportado los avatares del destino, las únicas que han resistido al paso del tiempo, la única joya que queda de aquella corona que era el jardín de Santomera.

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

Deja un comentario