Bueno, no nos vamos a andar con rodeos, queridos vecinos y amigos, todos sabemos que esta pregunta está rondando las inquietudes de muchos de los que siguen esta excepcional historia desde el primer día, y nunca he contestado.
Por respeto a la verdad y con un orgullo que no me permite hacer otra cosa, os lo voy a desvelar, os voy a contar dónde reside la verdiflora, nuestra verdiflora.
Para comenzar, vamos a poner a SANTOMERA en el mapa nacional, pues estas rosas siguen respirando en el noble pueblo que nos vio nacer. Se encuentran en un enclave verdaderamente privilegiado: a 11 kilómetros de nuestra hermosa capital, Murcia, a 10 km de la fascinante Orihuela, a 44km de nuestras playas y conectadas vía autovía a toda España y Europa.
Si les parece, vamos a precisar un poco más. ¿En qué parte de Santomera se encuentran? Estas rosas se encuentran a las afueras del núcleo urbano. Si nos ponemos a describir lo que rodea a la verdiflora podemos ver lo siguiente: al norte, nuestro emblemático Pantano; si miramos al sur, nuestra querida huerta murciana; si giramos nuestra vista al oeste, tenemos como paisaje la maravillosa sierra del Bermejo; y si por el contrario, giramos nuestra cabeza al este, donde viene nuestro singular viento de levante, tenemos la Sierra de Orihuela y Santomera, la cima de todo un pueblo.
¿Qué os parece la ubicación? Sin entrar en cuestiones de gustos y subjetividades podemos afirmar que, objetivamente, nos encontramos en un lugar verdaderamente especial y privilegiado.
Y ya que estamos, si les parece, vamos a poner todas las cartas boca arriba, estas rosas quieren decirle algo más a sus vecinos, a saber: si partimos de la premisa (para mi indiscutible) de que la FINCA DEL HUERTO y su JARDÍN eran los sitios más especiales de Santomera, debemos de afirmar, por honradez, que las rosas verdes residen en el lugar más especial de Santomera, por lo tanto, siguen teniendo esta distinción.
¿Qué contiene esta pequeñita finca? ¿Qué rodea a la verdiflora? Pues todo lo que rescato el protagonista del último texto, vecinos, esto es lo que fue recuperado de nuestra historia: cuarenta y cuatro limoneros finos (citrus limonum) , seis mandarinos (citrus reticulata) –al menos cuatro variedades distintas)-, un limonero dulce (citrus limetta) , un pomelo (citrus maxima), una palera sin pinchas (opuntia inerme, una creación del genetista Burbank tomando como referencia la chumbera clásica –Opuntia ficus indica-), una higuera (ficus carica), una yuca (variedad yucca agavaceae ), dos palmeras washingtonia, una histórica palmera datilera con multitud de brazos ( Phoenix dactylifera), dos naranjos (citrus sinensis) -en los que posiblemente se encuentren las naranjas del obispo-, un níspero (eriobotrya japonica) , tres variedades de aedonios, un aloe vera (sábila o áloe de Barbádos), un cactáceo con unas flores estrelladas rosas y blancas que huelen a vainilla (echinopsis mutiplex) , orejas de cerdo (cotiledón) … más la aportación de dos pinos (variedad pinus nigra), un ciruelo (prunus domestica), un peral (variedad pirus ceremeño), un manzano (malus domestica), un albaricoquero (prunus armeniaca), un granado (punica granatum), una morera (morus alba), unos san pedros (mirabilis jalapa), un tropical (?) y una platanera (musa paradiasiaca).
Vecinos y amigos, no sé que les parecerá a ustedes pero en este singular lugar residen nuestras rosas verdes, donde respiran, donde sobreviven.
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ
MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ 