ROSARIO Y CLAUDIA, UN HOMENAJE A LA VALÍA DE LAS MUJERES DE SANTOMERA

 Rosario y Claudia cogiendo berenjenas en el Jardín de Santomera. 1975.

 

«Sin la mujer, la vida es pura prosa»

Rubén Darío

 

Antaño, siempre se hablaba del cabeza de familia. ‘El hombre de la casa’, como noblemente siempre se ha dicho sin ningún tinte peyorativo. Era la cabeza visible de los distintos núcleos que constituían  la sociedad. Sin embargo, como ha sucedido copiosamente en la historia, aquí también ha existido un eslabón oculto.

Ese eslabón, que a mi juicio nunca ha sido puesto en valor como realmente merece, es el papel de la mujer en nuestra historia. El papel de la mujer santomerana y su valía. Mujeres de bandera. Mujeres trabajadoras. Mujeres incansables. Nobles y generosas  que cambiaron el rumbo de Santomera con su esfuerzo y tesón, pero también con su bondad e infinito sacrificio por los suyos.

Valga el ejemplo de  Rosario y Claudia, ‘la jabaldona’ y ‘la morena’, para ejemplificar quienes eran realmente el motor que movía a esas familias, la razón de existir de sus maridos, la fuente de vida de sus hijos, las segundas madres de sus nietos. Sin ellas, nada hubiera tenido sentido. Sin ellas, los cabezas de familia no hubieran dado ni tan solo un paso. Las viviendas de ‘la morena’ y ‘la jabaldona’ siempre fueron un tributo al hogar honrado.  Y es que tiene a  gala Santomera en general y el barrio del trinquete  en particular el haber sido liderado por mujeres que nunca necesitaron permiso alguno  para hacerse visibles o ganarse su espacio, simplemente,  porque su fortaleza y sabiduría  fueron las que  conquistaron las vidas de todos los que las rodearon. Si a mucha honra tienen los vecinos de Santomera ser herederos de una tierra construida por titanes del sociocentrismo, no menos orgullo es el que  deberíamos tener al  saber que sin las mujeres de nuestra historia nada hubiera sido posible.

Ahí las tenéis en la Finca del Jardín, un 7 de septiembre de 1975, un monumento  a la amistad la de estas dos vecinas, ‘la morena’ y ‘la jabaldona’,  con el que brindaron a Santomera un historia totalmente envidiable y a sus familias el pecho hinchado y  la frente bien alta.

 

MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ